De’Longhi lleva tiempo siendo la marca más popular de cafeteras superautomáticas, pero la neerlandesa Philips se ha erigido en un contendiente combativo que le está plantando cara a la marca italiana, tanto que en los rankings de cafeteras superautomáticas más vendidas hay ya casi tantos modelos de una marca como de la otra.
¿Está esto justificado? ¿Están a la altura las cafeteras de Philips de las De’Longhi? ¿Realmente cuál es mejor marca? Como usuario de cafeteras de las dos marcas en el pasado, creo que puedo responder a esa pregunta, y mi respuesta es que De’Longhi es mejor marca y más recomendable. A lo largo de este artículo te explicaré por qué.
Una rápida comparativa entre modelos de la misma gama de ambas marcas
Echemos un rápido vistazo a los modelos más populares de los dos fabricantes. Los he clasificado por gamas, y es precisamente en la gama baja donde ambas marcas tienen sus dos cafeteras más vendidas.
De’Longhi Magnifica S Vs Philips Serie 2200
Esas cafeteras son la De'Longhi Magnifica S y la Philips Serie 2200 . Son cafeteras de la gama de entrada, dos modelos pensados para preparar de forma básica y sencilla recetas clásicas de café y espresso.
En esta gama es donde más equilibrada está la comparativa. La Magnifica S es la cafetera más básica de De’Longhi y no usa dosis de café tan altas como las de modelos superiores, aunque la Magnifica S cuenta con la ventaja de un ajuste más amplio de la dosis de café y un molinillo con ajuste más fino de molienda que el de la Philips, por lo que en cuanto a la preparación de café y espresso De’Longhi tiene un puntito extra de rendimiento, aunque la diferencia es mínima y ambas cafeteras ofrecen prestaciones muy similares.
Sin embargo, la Philips Serie 2200 ofrece en este caso un panel de control más moderno e intuitivo, y un vaporizador que, sin ser la panacea, es también algo mejor que el de la De’Longhi. Este vaporizador es, sin duda, el punto más flojo de la Magnifica S. De hecho, De’Longhi sacó al cabo de un tiempo la Magnifica S Smart , con un panarello y panel de control mejorado; una buena alternativa a la Magnifica S si, por lo que sea, la Philips Serie 2200 tampoco te convence.
De’Longhi Dinamica Plus Vs Philips 5400
La cosa cambia conforme subimos de precios. Un claro ejemplo lo tenemos si comparamos la Philips de la serie 5400 con la Dinamica Plus de De'Longhi . Sobre el papel, parecen ambas cafeteras muy similares, y sin embargo la Dinamica Plus es mejor: prepara un espresso con una dosis más alta de café (hasta 16 gramos usando la opción Doppio) y su espumador de leche es de más calidad, además con tres ajustes de textura que te permiten preparar lattes/flat whites modernos con una leche sedosa e integrada con el café, o un cappuccino tradicional italiano con una espuma más aireada y menos integrada.
La Philips 5400 tiene la ventaja de ser más barata, pero la diferencia de precio no es mucha y creo que vale la pena pagar la diferencia en favor de De’Longhi.
Philips 5500 Vs De’Longhi Rivelia
En una gama más alta aún es más marcada la diferencia a favor de De’Longhi. En este caso, por una diferencia de precio que no es tanta, De’Longhi ofrece en la Rivelia un doble depósito de granos de café intercambiables, de manera que puedes usar dos variedades distintas de café en grano en cualquier momento, sin esperar a que el depósito de granos se vacíe. Además, la Rivelia añade las mismas ventajas que ya habíamos visto en la Dinamica Plus: ajuste de textura de la leche en el espumador automático y una dosis de hasta 16 gramos de café en la preparación que capacitan a esta cafetera para servir un espresso más intenso que la Philips.
Entrando en detalles: Por qué De’Longhi es, por norma general, una marca más recomendable
Un espresso más intenso
El motivo fundamental por el que prefiero a De’Longhi como fabricante de superautomáticas es que extrae un mejor café, sobre todo espresso. Algunas de las claves para lograr un buen espresso son, primero, moler muy fino el café, y segundo, usar una cantidad alta de café molido; esas dos recetas combinadas producen un espresso intenso, fuerte, concentrado.

Esas dos claves las cumple con mayor suficiencia De’Longhi. A pesar que Philips insiste mucho en publicitar sus molinillos cerámicos, lo cierto es que los molinillos de De’Longhi muelen un pelín más fino en sus ajustes más bajos. La diferencia no es enorme, pero se nota, y en el espresso, que es una preparación muy sensible a pequeñas diferencias en la molienda, se nota aún más.
El otro factor, la dosis de café molido que emplea la cafetera para el puck, es también favorable a De’Longhi: por norma general, en sus cafeteras se usa una dosis alrededor de 12 gramos en los modelos de gama baja (principalmente las Magnifica S, Start y Evo) y de 16 gramos en las de gama alta, cuando en Philips no supera los 8-9 gramos en ningún modelo. Hay incluso algún modelo como la Magnifica Plus -a día de hoy la mejor superautomática de De’Longhi– que usa dosis mayores a 20 gramos dependiendo del tipo de grano que uses.

El resultado: De’Longhi sirve un espresso más intenso y con más sabor, y el de Philips es más aguado. En café largo no hay tanta diferencia porque se diluye en mayor cantidad de agua y no se aprecia tanto, pero si te gusta disfrutar de un espresso intenso, De’Longhi es claramente mejor opción, y especialmente en los modelos de gama alta.
De’Longhi también es mejor espumando leche
Si eres como yo, de los que se preparan cappuccinos, lattes, cortados o flat whites a diario, con toda probabilidad también te gustarán más los resultados de De’Longhi.
En este apartado estoy hablando del sistema de espumado automático. Este sistema lo tiene bastante desarrollado De’Longhi: consiste en un depósito de leche donde hay una cámara de emulsión que añade a la leche un vapor que arrastra aire y que se mezcla con la leche en movimiento, formando así la espuma.

El sistema de Philips es muy similar, solo que produce una textura de leche de peor calidad: Philips inyecta más aire a la mezcla, lo que deja una espuma más seca y densa, mientras que De’Longhi inyecta menos aire, logrando una espuma más cremosa y líquida, con una textura más parecida a la de una textura de leche creada por un barista.
Es cierto que el espumador de Philips, llamado LatteGo, tiene una ventaja: es extremadamente fácil de limpiar, pues consta de tres simples componentes (tapa, recipiente y marco de anclaje a la máquina) que se arman y desmontan fácilmente y basta con enjuagarlos bajo el grifo para que queden limpios. El depósito que usa De’Longhi suele ser más «armatoste» y requiere de algo más de limpieza.

De todos modos, creo que la calidad de la espuma es más importante que el hecho que sea más o menos fácil de limpiar, y en este sentido vuelvo a repetir que De’Longhi vuelve a ganar.
Hay otra cosa a comentar: en los modelos gama media-alta de De’Longhi el depósito tiene una perilla de ajuste que permite seleccionar entre tres ajustes de textura de leche, de más a menos densa. Por lo que es posible preparar una espuma uniforme y poco integrada -como la que preparan las cafeteras Philips- ideal si te gusta más el tradicional cappuccino italiano con capas más separadas de espuma, leche y café; pero también tienes dos ajustes más que producen una textura más suave y elástica, más idónea para flat white o el cappuccino moderno propio del café de especialidad.
Otra ventaja para De’Longhi: un mantenimiento más simple y económico
Hay otro motivo que no deberías despreciar y que agradecerás en el día a día: las superautomáticas De’Longhi son más fáciles de limpiar.
Esto es debido al diseño del grupo infusor. En De’Longhi, el grupo es más simple de desmontar, limpiar y volver a montar. Solo necesitas un enjuague rápido y secado (usualmente al aire), sin lubricación adicional. En cambio, el grupo infusor de Philips tiene piezas móviles que requieren lubricación periódica, además de limpieza.

Esto añade más pasos en el mantenimiento pero también más coste: el de las pastillas desengrasantes, el del líquido lubricante, el del líquido descalcificador y el del filtro ablandador de agua (no obligatorio pero sí recomendable). En De’Longhi solo tendrás que comprar líquido descalcificador y, opcionalmente, el filtro de agua.
Es cierto que el depósito de leche LatteGo -del que te hablé hace nada- es algo más fácil de limpiar que el tanque de leche de De’Longhi, pero igualmente Philips aconseja que lo metas en el lavavajillas una vez a la semana para limpiarlo bien a fondo, cosa que también se recomienda con el de De’Longhi, por lo que a efectos prácticos tampoco hay tanta diferencia, y la mayor facilidad de limpieza del grupo infusor de De’Longhi marca la diferencia.

Diseño: Philips tomó la delantera, De’Longhi adelantó por la derecha
Recuerdo que cuando Philips estrenó sus cafeteras de la serie 1200, 2200 y 3200, allá por el año 2019, las cafeteras más populares de De’Longhi eran modelos como la Magnifica S, la Autentica o la Dinamica, cafeteras con diseño e interfaz algo obsoletas. Buena parte del éxito de Philips en esos años radicó en el diseño de sus superautomáticas, con una estética algo más moderna y con un panel de control de botones táctiles más intuitivos que lo que, mayormente, ofrecía De’Longhi.

Pero han pasado ya unos años y De’Longhi se ha puesto las pilas. Fueron cafeteras como la Eletta Explore, la Rivelia o la PrimaDonna Soul con las que De’longhi trajo modernas pantallas táctiles con menús interactivos adornados con animaciones, y ha continuado haciéndolo después con modelos como la Magnifica Plus o la Evo Next.
Tanto es así que Philips se ha quedado atrás en este aspecto. No es que la interfaz de botones táctiles que usa Philips no sea intuitiva y cómoda -que lo es- sino que, al lado de la pantalla táctil y a color que está usando De’Longhi en sus modelos de gama media-alta, queda ya algo deslucida.

Mi conclusión es clara: a igualdad de precio, compra siempre De’Longhi, ya que te va a dar siempre un plus de calidad respecto a lo que ofrece De’Longhi. La diferencia es menor en la gama baja, pero conforme vamos subiendo de gama y de precio, la balanza se va decantando claramente a favor de De’Longhi.
*Artículo publicado el 9 de septiembre de 2025 y actualizado por última vez el 20 de octubre de 2025 con nueva información relevante.
